sábado, 7 de julio de 2012

La Mala Rodríguez no se considera ninfómana

Con ella se desnudó Paz Vega en el cine en “Lucía y el sexo” con el contagio de "Yo marco el minuto", su gran hit. Sus letras han sido musa para mujeres rebeldes, contestarias y también objeto de censura cuando en “Tu niña” describió, en forma de torbellino, todas las imágenes que guardaba en su cabeza mientras camino a la escuela veía vendiendo droga en las calles. Mala Rodríguez no es rapera -si es que puede llamársele así- de la noche a la mañana, y mucho menos por casualidad.
A María Rodríguez la bautizaron como La Mala Rodríguez, y en el 2000 cuando lanzó su primer disco, “Lujo ibérico”, la gente no sólo se preguntó quién era esa sevillana, sino también quién era semejante portento de artista que desafiaba y rompía con todos los moldes urbanos que en España se conocían hasta ese momento.
Con su disco debut, La Mala se convirtió en la primera artista de rap español en ser firmada por una disquera internacional, pero también la que más pronto se conoció en América. Empezó una especie de fascinación por saber más de esa jovencita que rapeaba con un deje sevillano. No por gusto son las colaboraciones con Tego Calderón, Calle 13, Julieta Venegas, Nelly Furtado, Antonio Carmona y otros.
Su segundo álbum "Alevosía" (2003) captó el interés en el extranjero, pero "Malamarismo" (2007) la convirtió en una sensación y allí comenzaron a llover los premios. Su último disco "Dirty Bailarina" (2010) ganó un Grammy Latino en el 2011 y el video clip, junto a Nelly Furtado, del tema "Bajo otra luz" batió el récord del video más visto a nivel internacional con 2,7 millones de visitas en la primera semana.
A La Mala no le interesa abarrotar conciertos, a ella la onda que le motiva es mirar a los ojos. Le da lo mismo cantar ante 10 personas que ante 15 mil. Con HuffPost Voces habló de qué la sigue apasionando, de por qué siente una enorme gratitud por el cine, del orgullo que siente por su madre peluquera, quien la crió sin tener el apoyo de un padre, y de por qué sigue siendo fiel a ser una mujer de extremos, capaz de reconocer matices, especialmente después que nació su hijo.

Mala Rodríguez inició este 28 de junio una gira por Estados Unidos que la llevará a ciudades como Miami, Houston, Los Angeles, San Diego, Las Vegas, Phoenix y Nueva York.
La Mala y el cine
"Había una tanda por la noche que se llamaba “Sesión golfa” y entonces a las 12 de la noche habían películas muy interesantes y a mí me gustaba mucho, el hecho que los directores me hayan dado la oportunidad de formar parte de sus películas ha sido muy grande. La manera que tengo de escribir y de rapear describe, pinta y hace unos motivos, que son especiales para ellos. Mi música describe unas atmósferas que a ellos les interesa, en algunas de sus secuencias funcionaban muy bien. Mis canciones se pueden casar con sus películas".

Sin género…pero muy hip hop

"Soy una artista y para una artista no existen las definiciones más alla de su propio sentido estilístico, todos estamos buscándonos a nosotros mismos. Hay canciones que pueden sonar en la radio y se consideran pop y hay canciones que no pueden sonar en la radio y se consideran underground o no sé como definirlo. Para mí la herramienta que me dio el hip hop fue muy grande, de ahí canalicé toda mi historia. Hoy vivo la sensación de que puedo hacer lo que me dé la gana. Si canto una cumbia la canto y la hago a mi manera, todo pasando por mi creencia. Que cada cada uno lo defina como quiera, yo le doy la libertad".
Enamorada y no a medias tintas
"Yo siempre estoy enamorada. Si no estoy enamorada estoy triste. Si hablo del amor hablo del amor por todo. Si tú eres capaz de comprender ese amor eres capaz de todo y yo quiero ser capaz de todo. A mí me gusta estar enamorada y sentir eso fuerte. Esa es una manera de sentir la que un artista tiene que tener 100 por ciento. No medias tintas, aunque ahora aprendo a disfrutar de los grises y que son atractivos por igual".
La Mala y su madre
"Yo he tenido la suerte de tener una mamá muy fuerte, muy trabajadora, muy amorosa y eso no tiene comparación con nada. Siempre le estaré agradecida de haberme traido a este mundo, por creer siempre en mí. Sé que hay mucha gente que vive esta situación y que no tienen un papá, muchas chicas igual que yo, muchas veces tenemos que crecer con estas cosas. A veces parecen problemas, pero luego son maestros. Todas las dificultades, los obstáculos son para que desarrolles habilidades".
No hay psiquiatra que valga
"Yo no me he sentido nunca muy ninfómana, la verdad. Hay muchas definiciones de que cuando el padre falta ocurran estas cosas y sí hay un abanico muy extenso. Pero no pienso en eso, de lo contrario ya estaría en un psiquiatra, y creo que no hay que ir al psiquiatra. Lo mejor es hacer alfarería, apuntarse a un curso de cerámica, hacer algo con las manos, tal vez ebanistería, sacar lo que tienes, hablar, dar masajes, los psiquiatras no me gustan nada, sólo hacen volverte más loco".

FUENTE:  http://voces.huffingtonpost.com

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